Carta
Pastoral: “La idolatría de algunos cristianos.”
“No
tendrás a otros dioses aparte de mí.” Ex 20,3
Hermanos
y hermanas en Cristo:
¡Paz
en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!
Todos
los cristianos debemos tener en claro que solo podemos tener a un solo Dios, ya
que “Yahweh uno es” (Dt 6,4), así como “uno es el Señor, una la fe, y uno el
Bautismo.” (Ef 4,5)
La
idolatría (adorar un objeto, persona, lugar, placer desordenado, etc.) es un
pecado sumamente grave. Este pecado es tan grave, que dicen las Divinas
Escrituras que para los idolatras “su parte será en el lago que arde con fuego
y azufre, que es la segunda muerte.” (Ap 21,8)
Por
eso el apóstol san Pablo nos exhorto: “huyan de la idolatría.”
1
Cor 10,14
En
la actualidad muchos falsos cristianos (personas que pertenecen a una iglesia
pero que no han nacido de nuevo Jn 3,3-5) adoran (es decir, lo han convertido
en un ídolo) a su pastor, sacerdote, ministro, obispo, patriarca o papa.
¿Cómo
los adoran?
Les
dan títulos descabellados que son una ofensa a la santidad y a la sencillez del
Evangelio.
Uno
de los títulos más grandes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo es el de “Siervo
de Yahweh” (Is 53,13).
Ante
esto, quiero preguntar: ¿Qué títulos usan los ministros o clérigos de su
iglesia?
Nuestro
señor Jesucristo les lavo los pies a los apóstoles (Jn 13,1-11). Pero ahora,
muchos clérigos buscan que sus feligreses, se postren o se arrodillen ante
ellos, o se les exalte con títulos y con ceremoniales.
¿Cuál
es la actitud de un verdadero ministro del Evangelio?
Cuando
el centurión Cornelio se postro y adoro al apóstol san Pedro, esté lo reprendió:
“Pero Simón, levantándolo, le dijo: Levántate; yo también soy hombre.” Hch
10,24-26
San
Juan el apóstol en un momento de asombro, de debilidad y de confusión cometió el
error de intentar adorar a un ángel y esté le dijo: “Mira, ¡no lo hagas!, yo
soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las
palabras de este libro. Adora a Dios” Ap 22,8-9
Aunque
las imágenes no son sinónimo de ídolos, ya que Dios mismo mando hacer imágenes (Ex
25,18, Num 21,8, etc.), la tentación de adorarlas es muy grande, ya que esta intrínseco
en el ser humano el deseo de adorar, el problema es que cuando no le han
entregado su vida a Cristo, y terminan cayendo en la tentación de adorar estas imágenes
en lugar de adorar al Todopoderoso. Es por eso que debemos ser cautos en el uso
de las imágenes, solamente deben ser usadas para expresar las verdades de la fe
y recordar a los héroes de la Iglesia (los santos).
En
la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de las Américas lo tenemos totalmente en claro:
Las imágenes son un instrumento de la vida pastoral y eclesial, pero no son
objetos de culto, no son objetos de adoración: Solamente adoramos a la Santísima
e Indivisible Trinidad.
Ahora
bien, recordemos que la idolatría también se puede dar a través de la “fornicación,
la inmundicia, las ansiedades, los apetitos insanos y la avaricia.” (Col 3,5)
Así
mismo, la desobediencia a la voluntad de Yahweh es tan grave como los pecados
de idolatría y de adivinación. (1 Sam 15,22-23)
Jesucristo
es nuestro Señor y Dios (Jn 20,28), Jesucristo es uno con el Padre Eterno (Jn
10,30), el cual es verdadero Hombre y verdadero Dios (Rom 9,5) es por eso que
debemos adorarlo, tal y como lo hicieron los apóstoles (Lc 24,52) y como lo
adoraron los ángeles del Cielo (Heb 1,6).
Solo
a la bendita, gloriosa e indivisible Trinidad debemos darle honra, gloria y
adoración.
¡A
nadie más debemos adorar!
Ni
a los ángeles, ni a la virgen María, ni a los santos, ni a nadie, solo a Dios.
Ellos
(los santos) son testigos y héroes de la Fe (Heb 11,1-12,1), por tal motivo
debemos conocer sus vidas, imitar su fe, aprender e imitar su fidelidad y su
amor para con Cristo. Perro ellos (los santos) son “consiervos nuestros.
Debemos adorar solo a Dios.” (Ap 22,8-9)
“Digno
eres tú, Señor y Dios nuestro, Santo, de recibir la gloria, el honor y el
poder, porque tu has creado todas las cosas y por ti existen y por tu voluntad
han llegado a ser y fueron creadas.” (Ap 4,11)
Estamos
orando por ti y por tu familia.
Dios
Trino y Uno te bendiga y te guarde.
¡¡¡Gloria
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!
Su
hermano en Cristo:
Monseñor
+Atanasio